Contribución de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, Organización No Gubernamental con Status Consultivo Especial ante el ECOSOC, sobre el papel de las alianzas y sus contribuciones a la Agenda de Desarrollo Post-2015

En torno al proceso de debate y análisis de la sociedad civil cubana sobre el proceso de la Agenda post-2015, la ACNU coordinó el 22 de mayo de 2013 la Consulta nacional entre las ONG y los grupos principales en la que participaron representantes del gobierno cubano y de las Agencias del Sistema de las Naciones Unidas acreditadas en Cuba.

Entre los principales aspectos abordados por la sociedad civil cubana respecto a la necesidad de fomentar una nueva alianza internacional como contribución a la Agenda de desarrollo Post-2015, fueron los siguientes: 

Se reconoció la necesidad e importancia de las alianzas para el logro de los objetivos y metas de la futura Agenda para el desarrollo que deben contemplar la participación de todos los actores de la sociedad tanto a nivel local, regional, nacional e internacional.

Al respecto se destacó la necesidad de un entorno internacional, en que se respeten los principios de la Carta de la Naciones Unidas y del derecho internacional, la eliminación de la fuerza o la amenaza de su uso, excluyendo los conflictos armados y el establecimiento de la paz como premisas indispensables para el desarrollo sostenible, así como la adopción de políticas conducentes a garantizar el derecho al desarrollo en todas los países para todos y todas, la adopción a nivel nacional de las políticas necesarias para garantizar el disfrute todos los derechos humanos, siendo la cooperación internacional  un factor muy positivo en este tema,  eliminando los dobles raseros y la politización en su consideración a nivel internacional.

Se aseveró que la conciliación de valores comunes en una nueva alianza mundial basada en la cooperación internacional, donde se eliminen las medidas unilaterales coercitivas, las condicionalidades y la selectividad, de conformidad con los principios de solidaridad y  transparencia, incorporándose al ámbito de los desastres naturales.  

El 21 de febrero de 2014 se coordinó también por la ACNU una reunión de Seguimiento de la Consulta nacional con los propósitos de actualizar a las organizaciones sobre el estado del proceso de elaboración de los ODS y la negociación de la Agenda post-2015; brindar información sobre los principales momentos del proceso de negociación que tiene lugar en torno a la construcción de la Agenda y propiciar contribuciones de la sociedad civil cubana al proceso intergubernamental. En esta reunión se reiteró la reflexión sobre la necesidad de fomentar una asociación mundial para el desarrollo, sobre las premisas de la cooperación internacional y su vinculación con la paz, como principio primordial para el desarrollo sostenible, concluyéndose que la cooperación internacional necesita de nuevas reformulaciones.

En esta reunión de seguimiento se dio la bienvenida a los trabajos del Comité Intergubernamental para la financiación del desarrollo sostenible. No obstante, las organizaciones reconocieron que se requeriría de una nueva ética de los Estados respecto a las cuestiones de la cooperación internacional y el financiamiento del desarrollo sostenible para forjar una asociación mundial para el desarrollo, requiriéndose adoptar nuevos principios en estos temas vitales,  que implicaría un compromiso no sólo de los Estados sino de los diversos actores nacionales  e internacionales, en especial se abogó por un código de conducta para las empresas transnacionales.

Se enfatizó la imprescindible necesidad de establecer una nueva alianza con nuevos consensos, que se fundamente en los principios de equidad, inclusión y responsabilidad común pero diferenciada, lo que se ha pretendido obviar tras la excusa de que los fondos nacionales que disponen los países desarrollados son insuficientes dada la actual crisis sistémica, minimizando la responsabilidad histórica que tienen los países industrializados con los países en sus prioridades nacionales. Se destacó la urgencia de acceder a recursos financieros nuevos y adicionales, enfatizándose que ignorar estas realidades nos colocaría nuevamente en la situación actual respecto a los compromisos  internacionales en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.  

Asimismo, se enfatizó que el estado de derecho tiene que considerarse no solo a nivel nacional, sino también a nivel internacional (organizaciones financieras internacionales), para forjar una nueva alianza mundial.

Se contó adicionalmente en esta reunión con las valoraciones de tres académicos del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, que analizaron los enormes desafíos del contexto internacional de crisis para la negociación de la Agenda de desarrollo post-2015,   los retos globales,  los problemas de inequidad y distribución de las riquezas en el mundo, la desaceleración que ha venido ocurriendo en las economías de los países emergentes  y su impacto en la cooperación Sur-Sur. 

Un tema vital del análisis fue la consideración realizada sobre los mecanismos existentes para la financiación del desarrollo sostenible, valorándose que uno de los retos de los trabajos del Comité Intergubernamental para la financiación del desarrollo sostenible sería la evaluación crítica de los actuales mecanismos y la presentación de nuevas propuestas.

Se abogó  por la necesidad de una real voluntad política,  que deberán asumir los Estados y las instituciones financieras nacionales e internacionales, incluido el sector privado para forjar una nueva alianza, destacándose la imperiosa necesidad de la reforma de las instituciones financieras internacionales actuales, pues no se corresponden con las necesidades nacionales y son las que han pretendido dictar las agendas nacionales. Estas instituciones deben  ser una importante fuente de fondos para el desarrollo y como tal deben responder a las necesidades de los países en desarrollo y no como elemento de presión y de freno para su desarrollo.

En este contexto, la Ayuda Oficial para el Desarrollo, fue objeto de un profundo análisis y se criticaron los nuevos elementos incorporados a esta cuestión que pretenden enmascarar  el incumplimiento de este compromiso histórico por parte de los países desarrollados, en su gran deuda con los subdesarrollados.     

 

Respecto a las alianzas a nivel nacional y sus contribuciones a la Agenda de Desarrollo Post-2015, la sociedad civil cubana considera que:

Las metas y objetivos de la Agenda Post-2015 deberán se compartidos por todos y todas de una forma u otra: Los diversos actores al interior de los Estados, en sus diferentes niveles y sectores: local, regional y nacional, en consonancia con los grados diferenciados de responsabilidad, mandatos, atributos, de conformidad con la legislación nacional de sus  Estados, asumiendo que ello es la clave para lograr el cumplimiento de la futura agenda a nivel nacional.

La importancia de que las organizaciones de la sociedad civil tengan acceso a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones para lograr alianzas cada vez más sólidas entre las organizaciones civiles a nivel nacional y con el sector empresarial y gubernamental.

La importancia de que las agencias de cooperación de los países desarrollados se abstengan condicionar los recursos destinados a la sociedad civil en los países del Sur, que son vulnerables por los limitados recursos para la consecución de sus proyectos, en la mayoría de los casos destinados a resolver problemas nacionales, lo que las hace en muchos casos dependientes de las políticas de países del Norte.

La necesidad de que las estrategias nacionales de desarrollo tengan mayor visibilidad las mujeres y los jóvenes, considerándose que los temas de género y juventud deben ser transversales a todas las políticas sociales.

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