La Habana.-“Estados Unidos trabaja activamente a través de sus canales diplomáticos, a través de sus embajadas, para presionar a cualquier país que quiera comerciar con Cuba; para presionar a cualquier empresa en el mundo que quiera comerciar o invertir en Cuba (…) Esto es absolutamente inaceptable e indignante”,
Con dichas memorables palabras del Líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz, como preámbulo, se efectuó en esta capital el XII Foro contra el Bloqueo, en el que representantes de instituciones de la sociedad civil cubana y de organizaciones regionales e internacionales se dieron cita para dar continuidad a las acciones y declaraciones precedentes en su denuncia contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba durante más de medio siglo.
El Foro, auspiciado por la Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU) --y su principal directiva, doctora Soraya Álvarez--, contó con la presencia de connotados investigadores, académicos y científicos quienes, una vez más, abordaron temas de suma importancia como fueron, entre otros: “El mantenimiento del bloqueo en la coyuntura actual” (Dr. Luis Solá, presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional de la Unión de Juristas de Cuba; “El bloqueo, metodología para calcular su costo” (Msc. Nieves Picó, investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas y Profesora Auxiliar de la Universidad de La Habana), además de efectuarse la proyección de un documental con entrevistas a personal de la salud cubano sobre el impacto del bloqueo en ese sector.
Condenado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en infinidad de ocasiones, el bloqueo contra Cuba ha sido el más prolongado, cruel e injusto que haya conocido la historia de la humanidad. No es un embargo ni un asunto bilateral. Es una guerra económica con un marcado carácter extraterritorial, violatoria de los principios del Derecho Internacional y de las regulaciones internacionales del comercio entre las naciones.
Por su alcance extraterritorial el bloqueo es también lesivo a la soberanía de otros Estados, y a los intereses y derechos de los empresarios y el pueblo norteamericanos, así como de los cubanos residentes en los Estados Unidos.
Como ha expresado en más de una ocasión el laureado escritor colombiano Gabriel García Márquez, el bloqueo es la mayor violación de los derechos humanos cometida en el último siglo en América. Es el principal obstáculo a los esfuerzos por desarrollo de Cuba, a lo cual se suman ahora los gravísimos estragos causados por los ciclones en toda la infraestructura de la nación caribeña.
De ahí la firmeza y voluntad política de las autoridades cubanas frente a una minoría egoísta que, en el interior de la Isla y alentada desde el Norte, pretende sacar provecho de la difícil coyuntura del reciente azote de tres ciclones y lucrar con las necesidades apremiantes de los damnificados, mediante el robo, el acaparamiento y el aumento de los precios de los alimentos.
Rememoremos la política del actual presidente Barack Obama quien, desde sus funciones como senador ya creía inefectiva y arcaica la política de los Estados Unidos hacia Cuba. El 20 de enero del 2004, en un discurso en la Universidad del Sur de Illinois, expresó:
“Considero que es hora de poner fin al embargo contra Cuba… Nuestro planeta se está reduciendo. Y nuestro mayor desafío en política exterior… es cómo asegurarnos de que otros países, en naciones en desarrollo, estén proporcionando sustento a su pueblo, los derechos humanos a su pueblo y una estructura básica de gobierno a su pueblo, que sea estable y segura, para que puedan ser socios en un futuro más brillante para todo el planeta. Y el embargo Cubano ha fracasado en proporcionar tipos de niveles de vida crecientes, ha oprimido a los inocentes en Cuba y fracasado de manera total en derrocar a Castro, quien ahora ha estado allí desde que nací. Ahora es el momento de reconocer que esa política en particular ha fracasado”.
La pasada VII Cumbre de las Américas, efectuada en la hermana nación panameña, dio prueba de ello y al mismo tiempo constató la profunda hiel que viejos sectores opositores a la Revolución cubana y otros de nuevo desempeño, pero con similares proyectos y posiciones difamatorias, anexionistas y de actividad profusamente terrorista —promovidos, alentados y financiados por seculares testaferros y representantes generacionales (por descendencia directa o indirecta), de regímenes de la otrora pseudo República cubana y por diversos sectores pertenecientes al actual Partido Republicano opuestos al restablecimiento y normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos—, continúan desempeñando para tratar (en su fe ciega), de destruir el proceso revolucionario de la Mayor de las Antillas, el que cada día que transcurre cobra un mayor e irrestricto apoyo internacional.
Durante su intervención en dicha reunión el Presidente cubano Raúl Castro Ruz — en lenguaje claro, directo, repleto de sinceridad y sin ambages de ningún tipo—, realizó un análisis histórico-político sobre las consecuencias criminales del bloqueo económico y comercial impuesto por cada una de las Administraciones norteñas:
“(…) El 77% de la población cubana nació bajo los rigores que impone el bloqueo más terrible de lo que se imaginan, incluso, muchos cubanos. Pero nuestras convicciones patrióticas prevalecieron. La agresión aumentó, la resistencia aceleró el proceso revolucionario. Y esto sucede cuando se hostiga al proceso revolucionario natural de los pueblos. La hostigación trae más Revolución. La Historia lo demuestra y no sólo en el caso de nuestro continente o de Cuba”.
Finalmente, los participantes en el XII Foro contra el Bloqueo acordaron, entre otras medidas:
. Reiterar su demanda al Gobierno de los Estados Unidos por el mantenimiento del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, y que ha ocasionado considerables daños humanos y económicos a la Isla, cuantificados en más de 833 mil 755 millones de dólares –según cálculos conservadores--, considerando la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, y más de 121 mil 192 millones de dólares a precios corrientes
. Expresar, una vez más, que el bloqueo genera carencias y sufrimientos al pueblo cubano, con un sensible impacto humano; afecta y daña a todas las familias cubanas, limita su acceso a medicamentos, equipos médicos, técnicas y tratamientos terapéuticos de última generación capaces de aliviar y curar diversas patologías, además de obstaculizar el libre flujo de académicos, científicos y especialistas para un intercambio más abierto de conocimientos en diferentes esferas de cooperación
. Provoca perjuicios económicos contra ciudadanos norteamericanos y de terceros países, debido a su carácter y aplicación extraterritorial
. El bloqueo es un acto de guerra, violatorio de la Carta de las Naciones Unidas y de los principios del Derecho Internacional, de las leyes de comercio y navegación, además de ser un genocidio que involucra la responsabilidad internacional del Estado y, por consiguiente, implica el derecho del pueblo cubano a ser compensado económica y moralmente
. Reconocer que el presidente Barack Obama ha adoptado algunas medidas ejecutivas orientadas a poner fin a esta injusta política, pero que aún continúan siendo insuficientes y limitadas, al no implicar de forma directa el levantamiento total y definitivo del bloqueo.
. Exhortar al presidente Obama a tomar medidas determinantes que modifiquen sustancialmente su aplicación, así como llamar a los legisladores estadounidenses a que adopten las medidas correspondientes para poner fin a esta injusta política.
Otras nuevas contiendas, de seguro más solapadas por su rostro diplomático, afrontará la Revolución de Enero de 1959 junto a su pueblo, en especial, la que conlleva al levantamiento del bloqueo económico y comercial impuesto a la Isla desde hace más de medio siglo, y por la definitiva retirada de la base naval de Guantánamo de su territorio.
Por: Astrid Barnet