ENTREVISTA A FERNANDO PROTTI-ALVARADO, REPRESENTANTE REGIONAL DE LA ACNUR (Fragmento)

Periodista. Estoy en la sede de la ACNU, Asociación Cubana de Naciones Unidas, donde acaba de producirse un encuentro en el cual los funcionarios de ACNUR, Organización de Naciones Unidas para los Refugiados, han dado cuenta de la labor  de estos últimos 25 años, y sobre todo el tiempo en que el ACNUR ha estado trabajando con algunos refugiados en Cuba, muchos de ellos procedentes de la República Arabe Saharaui Democrática, también de Sudán y de otros países. A  este encuentro asistieron muchas personalidades, entre ellas Fernando Protti-Alvarado, quien es el representante regional del ACNUR, a quien le pido su impresión sobre este encuentro en La Habana.

Protti-Alvarado: Ha sido un encuentro muy emotivo. Para mi que he estado en contacto con Cuba desde que era joven, porque yo trabajé originalmente en México cuando era oficial regional de programa trabajaba con el señor Aragón y he visto como ha ido evolucionando la relación entre el gobierno cubano y el ACNUR a lo largo de estos años.
Hoy lo que vi fue un resumen de los puntos más destacados de esa relación que incluye la repatriación de los estudiantes de Namibia para que fueran a votar en el primer proceso electoral; que incluye la recepción que hizo Cuba y el tratamiento solidario que le dio a cuatro MIL 500 haitianos que vinieron aquí a raiz del golpe que le dieron al presidente Aristid; que incluye la relación con los estudiantes saharauis en la que el gobierno cubano --un poquito a causa del período especial-- solicitó apoyo a la ACNUR para que estos estudiantes tuvieran acceso a asistencia material y después asistencia que le permitiera regresar a su país de origen, porque su campamento de refugiados de origen está en Argelia.
También es importante destacar el trabajo que se ha hecho y que hace la ACNUR en Cuba, con la aprobación del gobierno cubano, para poder enviar a un tercer país a refugiados que por una razón u otra no pueden regresar a su país, como en el caso de los sudaneses, ya que cuando vinieron como estudiantes en su país había un tipo de régimen y durante su estadía en Cuba el régimen cambió y ya no podían regresar a su país de origen. Entonces se les buscó un hogar en otro país y muchos de esos sudaneses se fueron a Canadá, y por lo que sabemos hoy muchos de ellos retornaron a Sudán del Sur a trabajar en lo que habían aprendido en Cuba.
Yo que he estado en Etiopía le puedo decir que es una cosa muy interesante porque también aquí hubo niños que vinieron en la época de Mengistu y que estuvieron años --algunos hasta 20-- y ahora se puede escuchar a un etíope hablar español con acento cubano, lo cual llama mucho la atención; y ver a un etíope bailar como un cubano, es también es algo interesante. Se mete la cultura cubana en los estudiantes que los etiopes los llamaban  etiocubanos,   como un grupo especial en Etiopía, y muchos de ellos también fueron refugiados no cuando estaban en Cuba, sino después de que regresaron.
Creo que es algo que vale la pena destacar. Es una relación muy positiva y constructiva en la que no podemos decir que no han habido momentos de crisis y de tensión, porque esos momentos de crisis y de tensión siempre están, pero siempre se han encontrado soluciones que tienen en mente el bienestar de los refugiados.

por Pedro Martínez Pirez (Radio Habana Cuba)