La poesía tiene mil caras y emana siempre de lo más profundo de la cultura de los pueblos. Desde hace mucho tiempo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) viene respaldando el trabajo de los poetas, editores y profesores del mundo entero. Este año, nuevamente, con motivo del Día Mundial de la Poesía, la UNESCO desea recordar la importancia artística y el vigor de la poesía, a fin de promover la lectura y la creación en una de
las expresiones artísticas más auténticas y dinámicas de la humanidad. El mensaje de los poetas, a menudo testigos de excepción de las profundas transformaciones políticas y sociales de la historia, es imperecedero. Sus textos nos
invitan a forjar una paz duradera en las conciencias, a replantearnos la relación del hombre con la naturaleza y a fundar un humanismo que se nutra de la singularidad y a la vez de la diversidad de los pueblos. Es una empresa difícil, que exige la participación de todos en escuelas, bibliotecas e instituciones culturales. Como dijo el poeta Tagore, de cuyo nacimiento celebramos este año el sesquicentenario, "mis días se me han ido afinando las cuerdas de mi arpa".
También es importante comprender los profundos lazos que unen la poesía con todas las demás artes y técnicas de que se sirve el hombre para dar sentido al mundo. Decía Mallarmé que la poesía es "la expresión, por el lenguaje humano devuelto a su ritmo esencial, del sentido misterioso de los aspectos de la existencia". La poesía no sirve sólo para comunicar ideas o transmitir información, sino que, a costa de un laboreo incesante de la lengua, mantiene vivo el verbo humano y revela siempre el brillo original de la cultura. Por ello la UNESCO entiende que la defensa de la libertad de expresión y de información, por una parte, y la promoción de la poesía, por otra, son dos caras de una misma moneda, que no es otra que su mandato al servicio de la paz. La poesía, cuyo hálito acompaña el esfuerzo de creación y reflexión de hombres y mujeres, puede hacer dialogar la diversidad de expresiones humanas. Mediante sus distintos programas, la UNESCO obra para fomentar la publicación, traducción y difusión de la poesía. Al igual que Jasón apeló a Orfeo para superar los obstáculos que no podían vencerse por la fuerza física o las armas de guerra, durante mucho tiempo aún seguiremos necesitando de la poesía para construir la paz en la mente de los hombres y las mujeres.