11 de mayo, 2015 — Dos semanas después del devastador terremoto que golpeó a Nepal, los trabajadores de rescate continúan esforzándose para asistir a la población de zonas remotas y de difícil acceso, dijo hoy la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
El 25 de abril pasado, un sismo de magnitud 7,8 en la escala de Richter causó miles de muertes y destruyó numerosas viviendas y medios de subsistencia en más de la mitad de los distritos del país.
Tras la catástrofe el gobierno lanzó una operación de asistencia masiva, con el apoyo de la comunidad internacional.
Cientos de miles de personas quedaron sin hogar y junto a otros sobrevivientes necesitan ayuda con urgencia, subrayó OCHA.
El organismo destacó que existe un margen de tiempo muy estrecho para llegar a la gente que lo necesita debido a la cercanía de la temporada de monzones, dentro de cuatro a seis semanas.
Las prioridades son vivienda y transporte de suministros, además de atención a la salud, saneamiento e higiene, así como asistencia alimentaria.