"La exclusión de Cuba Heroica de la lista gubernamental estadounidense de países patrocinadores del terrorismo es un triunfo del sentido común. Un
día, cuando la paz y la razón humana triunfen, el pueblo estadounidense excluirá a su gobierno de esa lista en la que aún no consta"
El razonamiento que acabo de ofrecerles me llega desde un entrañable amigo ecuatoriano que es también un destacado analista político y funcionario
del gobierno de la Revolución Ciudadana que preside Rafael Correa.
Otro fraterno colega cubano acaba de escribir un artículo afirmando que la noticia es un verdadero contrasentido por cuanto han sido los gobiernos de
Estados Unidos, los que durante casi sesenta años han ejercido el terrorismo de Estado contra la pequeña Cuba.
Pero la esperada decisión norteamericana de excluir a Cuba de la ilegal y arbitraria lista de países patrocinadores del terrorismo, tiene la virtud
de favorecer el proceso hacia el establecimiento de relaciones diplomáticas y de recordar al mundo, y al propio pueblo estadounidense,
todo lo que falta para la plena normalización de los vínculos entre las dos naciones vecinas.
Gracias al proceso iniciado por los presidentes de Cuba y Estados Unidos el pasado 17 de diciembre regresaron a su tierra los luchadores contra el
terrorismo Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, quienes junto a Fernando González y René Gonzalez cumplieron injustas condenas en
cárceles norteamericanas, y recientemente pudo la Oficina de Intereses de Cuba en Washington encontrar un banco estadounidense que le prestara
servicios para desarrollar sus funciones con normalidad.
A partir de ahora quedan pendientes la derogación de la Ley de Ajuste Cubano, aprobada por el Congreso estadounidense en 1966 y que constituye
un fuerte estímulo a las salidas ilegales de Cuba. También el cese de las ilegales transmisiones de radio y televisión que tienen como agravante
llevar el nombre de José Martí, el Apóstol de la Independencia cubana. Y la devolución a Cuba del territorio que desde hace más de un siglo ocupa
en Guantánamo una base militar yanqui, a la cual para mayor escarnio le fue agregada una cárcel donde se violan los derechos humanos de presos
traídos desde lugares distantes.
Y aunque el presidente Barack Obama ha pedido al Congreso estadounidense levantar el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, habrá
que esperar a que, al final de un largo camino, se concrete el fin de esta cruel e injusta medida y pueda un día materializarse la plena
normalización de las relaciones entre los dos países.