En camino para la COP-21 en París

El quinto informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), lanzado en 2014, advirtió seriamente sobre los riesgos reales para el planeta de una trayectoria de calentamiento global superior a 2 °C si las medidas adecuadas no son tomadas.

Entre el 30 noviembre al 11 de diciembre 2015, París, Francia será la sede de la 21a Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21). Su objetivo es lograr un acuerdo universal, ambicioso y vinculante que permita tomar medidas eficaces contra el cambio climático y fomentar la transición hacia economías bajas en carbono – con el fin de limitar el calentamiento global a 2 ° C como máximo.

Desde la firma en 1992 – en la Cumbre de la Tierra de Río – de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, 195 países de la ONU se reúnen en efecto cada año en la “Conferencia de las Partes” para avanzar en los objetivos, la mitigación y adaptación al cambio climático.

La próxima conferencia en París  tiene que ser una oportunidad histórica para que todos los países del mundo, esta vez den forma a un acuerdo global, que incluya a todas las partes. Este reemplazará al acuerdo anterior, el Protocolo de Kyoto, dentro del cual varios países – incluyendo los EE.UU.-, no han ratificado o abandonaron en el camino.

El quinto informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), lanzado en 2014, advirtió seriamente sobre los riesgos reales para el planeta de una trayectoria de calentamiento global superior a 2 ° C si las medidas adecuadas no son tomadas.

Dos grandes desafíos se plantearon para la Conferencia: primero, que cada país presente sus objetivos nacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con el fin de garantizar una coherencia con la orientación del IPCC. Conocido bajo el término INDC, por sus siglas en inglés – Intención de Aporte Determinado a Nivel Nacional -, representan un compromiso de carácter vinculante. Por otro lado, debido a las responsabilidades comunes pero diferenciadas de los países en el contexto del calentamiento global, los países industrializados deben comprometerse a apoyar financieramente a los esfuerzos de los países en desarrollo. Ambos deben poner sobre la mesa no solo los medios para la mitigación, sino también para “adaptarse” a las perturbaciones climaticas, es decir, actuar precisamente donde los cambios son irreversibles. En este ámbito, desde la conferencia de Durban en 2010, los países ricos se comprometieron a la cifra de $100 mil millones por año a partir de 2020.

A lo largo de los años negociaciones preparatorias han tenido lugar en Bonn. Hasta la fecha, 150 países, que representan el 90% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero presentaron sus contribuciones. Pero de acuerdo a las ONG, los esfuerzos siguen siendo inferiores a los necesarios – lo que incrementa el riesgo de entrar en un camino más allá de 2 °.

Otras contribuciones financieras han sido anunciadas para dar contenido al compromiso de 100 millones de dólares al año. Hasta hace pocos meses la reticencia de los países del Norte a avanzar en este tema provocó la crítica virulenta del G-77. Sin embargo, desde entonces en una reunión en Lima este 9 de octubre, se han concretizado muchos de los compromisos de muchos países y varios bancos multilaterales.

Por otro lado, la cuestión de las formas de energía utilizada por cada país está por supuesto en el centro del debate. La salida progresiva de los combustibles fósiles y la adopción de energías renovables contribuya probablemente a permanecer en una trayectoria de 2 grados, pero si los países del G-7 se han pronunciado favorablemente en este sentido, los actos tardan en llegar. La sociedad civil también advierte contra falsas soluciones que podrían ser propuestas, lo que podría poner en peligro el desarrollo o resultar ineficaz.

Se espera a más de 200.000 personas en la COP21 en París. Más allá de la zona oficial de las negociaciones, el espacio Generaciones Clima será la sede de las organizaciones de la sociedad civil – en el Centro de Convenciones de Le Bourget. Otros lugares distribuidos en toda la capital también permitirán a activistas debatir y discutir propuestas alternativas.

Nathalie Dupont.