La Habana, 22 de diciembre del 2015
“Año 57 de la Revolución”
A: Educadores cubanos
Estimados educadores:
Evocar la legendaria proeza de “llevar con las letras la luz de la verdad” a los sitios más recónditos, no es suficiente. Encumbrar el horizonte de un sueño y hacerlo realidad fue el mérito anónimo. A pesar de que muchas voces fueron silenciadas en el generoso intento, la esperanza cobró vida: el canto triunfal de los brigadistas devastó la ignorancia para hacerse historia.
El sistema educacional cubano, paradigma de altruismo, enarbola principios que lo distinguen; es transmisor de los más elevados valores que dignifican el crecimiento humano. Múltiples son los escenarios en que ha honrado y honra el nombre de la patria, desafiando la lobreguez de la incultura.
Los educadores de hoy y de siempre, dentro y fuera de nuestra geografía, marchan a la vanguardia abrazando el futuro, con la convicción absoluta de que “el éxito de nuestro socialismo dependerá en gran parte de lo que seamos capaces de hacer”. Nada podrá contener el legado pedagógico que defendemos con lealtad y compromiso revolucionario.
La virtuosa tarea que los agiganta, los hace merecedores del reconocimiento del Ministerio de Educación. Los exhortamos a continuar la batalla por una educación integral e inclusiva que contribuya al desarrollo pleno de las nuevas generaciones, bajo el precepto martiano: “con todos y para el bien de todos”. Unidos, continuemos la lucha “por un mundo mejor”.
Reciban nuestro homenaje y gratitud por su fecunda obra. “Merecer la confianza no es más que el deber de continuar mereciéndola”. ¡Felicidades!
Saludos revolucionarios,
Ena Elsa Velázquez Cobiella