La importancia de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la cooperación del Sistema de las Naciones Unidas con Cuba, centraron las intervenciones de un panel organizado este lunes por el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, a propósito del Día de las Naciones Unidas.
En el intercambio con un grupo de periodistas de medios nacionales participaron las máximas autoridades en el país de la FAO, Theodor Friedrich; del PMA, Laura Melo; del PNUD, Soledad Bauza; de UNFPA, Rafael Cuestas; de UNICEF, María Machicado, liderados por la coordinadora residente a.i. del Sistema de las Naciones Unidas en Cuba, Katherine Muller-Marín, quien además es la representante de la Oficina de Cultura de la UNESCO para América Latina y el Caribe.
En su intervención, Muller-Marín hizo un recorrido por la historia y los propósitos de las Naciones Unidas desde su creación el 24 de octubre de 1945 hasta nuestros días, vinculados al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales; el fomento de las relaciones de amistad entre las naciones; a promover la cooperación en la solución de problemas internacionales y el estímulo del respeto a los derechos humanos; así como a servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos objetivos comunes.
También se refirió a los progresos alcanzados en diferentes esferas durante estos 72 años y los desafíos que aún persisten a nivel global, los que motivaron en el año 2000 la adopción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) hasta 2015, y de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), más recientemente.
Expresó que luego de varios años de conversaciones internacionales, en septiembre de 2015 los 193 Estados Miembros de la ONU aprobaron oficialmente esta nueva agenda universal y transformadora para acabar con la pobreza y crear un mundo más sostenible durante los próximos 15 años.
Comentó que este plan de acción es el resultado de una percepción global acerca de la gravedad del cambio climático, los problemas que atraviesa la economía mundial y la urgencia de darles respuesta.
La Coordinadora Residente a.i. del SNU en Cuba resaltó que esta ambiciosa agenda centra su atención en los tres elementos interrelacionados del desarrollo sostenible: crecimiento económico, inclusión social y protección del medio ambiente.
Dijo que los 17 ODS y sus 169 metas, de alcance mundial y aplicación universal, tienen en cuenta las distintas realidades, capacidades y niveles de desarrollo de los países y respetan las políticas y prioridades nacionales.
Muller-Marín recordó que la Agenda 2030 comenzó a implementarse el 1º de enero de 2016.
En otra de las intervenciones del panel, el Representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura abundó sobre las diferencias entre los ODM y los ODS.
En tal sentido subrayó que los Objetivos de Desarrollo Sostenible tienen un alcance más amplio y van más allá que los ODM, afrontando las causas fundamentales de la pobreza y la necesidad universal de desarrollo atribuible a todas las personas.
Theodor Friedrich manifestó que los ODS abarcan más temas que los ODM, con la ambición de abordar las desigualdades, el crecimiento económico, los trabajos decentes, las ciudades y los asentamientos humanos, la industrialización, los océanos, los ecosistemas, la energía, el cambio climático, el consumo y la producción sostenibles, la paz y la justicia.
Puntualizó que los nuevos Objetivos son universales y aplicables a todos los países, mientras que los ODM estaban concebidos para adoptar decisiones únicamente en los países en desarrollo. Además, los ODS reconocen que combatir el cambio climático es esencial para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.
PRIORIDADES DE LA AGENDA 2030
Laura Melo, representante del Programa Mundial de Alimentos en el país, llamó atención sobre las áreas prioritarias que abordan los ODS. Recalcó que los Objetivos y sus metas estimularán en los próximos 15 años las medidas relativas a esferas de suma importancia: las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas.
Las personas, para acabar con la pobreza y el hambre, en todas sus formas y dimensiones, y garantizar que todos los seres humanos puedan desarrollar su potencial con dignidad, en condiciones de igualdad y en un entorno saludable.
El planeta, para proteger el planeta de la degradación, incluso a través del consumo y la producción sostenibles, gestionando de forma sostenible sus recursos naturales y adoptando medidas urgentes en relación con el cambio climático, de modo que apoye las necesidades de las generaciones presentes y futuras.
La prosperidad, para velar por que todos los seres humanos disfruten de vidas prósperas y gratificantes y porque el progreso económico, social y tecnológico se produzca en armonía con la naturaleza.
La paz, para fomentar sociedades pacíficas, justas e inclusivas en las que no haya miedo ni violencia. El desarrollo sostenible no puede ocurrir si no hay paz, y la paz no puede darse sin el desarrollo sostenible.
Las alianzas, para movilizar los medios necesarios para ejecutar esta agenda mediante una Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible revitalizada que se base en un espíritu de mayor solidaridad global, preste especial atención a las necesidades de las personas más pobres y vulnerables, y cuente con la participación de todos los países, todas las partes interesadas y todas las personas.
Las preocupaciones sobre el cambio climático y su inserción en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, centraron las palabras de Soledad Bauza, Representante Residente Adjunta del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), quien destacó los esfuerzos de Cuba para su enfrentamiento, a través de programas nacionales y de la Tarea Vida.
Señaló que el cambio climático ya está afectando a la salud pública, la seguridad alimentaria e hídrica, la paz y la seguridad. Subrayó que si no se contiene, el cambio climático reducirá los logros en materia de desarrollo que hemos cosechado en los últimos decenios e impedirá que se consigan otros en el futuro.
Insistió en que las inversiones en desarrollo sostenible contribuirán a hacer frente al cambio climático reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y desarrollando la resiliencia al clima.
DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA
Rafael Cuestas, coordinador internacional de programas del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), fue directo al grano: “De la teoría a la práctica”, dijo, al ser preguntado sobre cómo se implementarán los ODS.
Expuso que la implementación y el éxito de los ODS dependerán de las políticas, los planes y los programas sobre desarrollo sostenible de los propios países, y serán ellos quienes los encabecen. Los ODS son el espacio que aúne los planes nacionales, provinciales y locales con sus compromisos mundiales.
Enfatizó que se espera que todas las partes interesadas, esto es, los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado, entre otros, contribuyan a la consecución de la nueva agenda.
Y recalcó que es necesario contar con una alianza global revitalizada que apoye los esfuerzos nacionales, sobre todo a los países con menos recursos. La Agenda 2030 reconoce este aspecto, porque lo principal es “no dejar a nadie atrás”.
Sobre el seguimiento y monitoreo del cumplimiento de los 17 Objetivos y sus 169 metas, María Machicado, representante en Cuba del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), explicó que se llevará a cabo empleando un conjunto de indicadores mundiales, que fueron definidos y aprobados el pasado año.
Además, los gobiernos también crearán sus propios indicadores nacionales a fin de ayudar a vigilar los avances realizados en relación con los Objetivos y las metas.
Advirtió que, sin embargo, los ODS no tienen carácter vinculante, son un compromiso ético, voluntario, que han asumido los países y su ejecución y logros dependerán de las políticas, planes y los programas de desarrollo sostenible.
Los países son los principales responsables del seguimiento y examen, a nivel nacional, regional y mundial, relativos a los avances realizados en la aplicación de los Objetivos y las metas en los próximos 15 años.
Las medidas nacionales encaminadas a supervisar el progreso precisarán que se recopilen datos de calidad, accesibles y oportunos y se lleven a cabo seguimientos y exámenes regionales.
CUBA Y LOS ODS
¿En qué condiciones llega Cuba a los Objetivos de Desarrollo Sostenible?, fue otra de las interrogantes en el encuentro. Sobre el tema, el Representante de FAO en la Isla reflexionó que desde mucho antes de que aparecieran los ODM, Cuba había alcanzado grandes metas sociales. Tales logros crecieron y se multiplicaron, de manera tal que el país llegó al 2015 con la mayoría de sus metas cumplidas.
Indicó que hoy las autoridades nacionales impulsan sus esfuerzos en mantener la sostenibilidad y la calidad de los logros alcanzados. Puntualizó que el país, a través de sus Lineamientos de la Política Económica y Social, ha incentivado un proceso de actualización y de transformaciones internas que se alinean con las prioridades de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
NACIONES UNIDAS Y LA COOPERACIÓN CON CUBA
Desde hace más de 60 años Naciones Unidas acompaña los esfuerzos nacionales y locales en favor del desarrollo del país y del bienestar de su población. Hoy 19 fondos, agencias y programas de la ONU unen sus conocimientos y experiencias, sus recursos y redes de aliados para apoyar al país y a su gente.
Muller-Marín explicó que la cooperación con el Gobierno cubano fluye a través del Marco de Asistencia de Naciones Unidas para el Desarrollo (MANUD) para el período 2014-2018, que recientemente se extendió hasta 2019.
Este marco de cooperación, concebido en diálogo con las autoridades nacionales, se alinea con el proceso de actualización del modelo económico y acompaña al país en sus estrategias de desarrollo, que buscan de manera sostenible mejorar el desempeño económico y la calidad de vida de la población.
Dijo que ese apoyo se ha organizado a través de cuatro áreas de cooperación: Dinámica poblacional y servicios sociales y culturales, Desarrollo económico sostenible, Seguridad alimentaria y nutricional, y Sostenibilidad ambiental y gestión de riesgo de desastres.
En cada una de estas áreas, el SNU comparte con el país sus conocimientos y recursos, “apoyamos la cooperación Sur-Sur, facilitando el acceso a buenas prácticas y experiencias de otros, y compartiendo lo mucho que exitosamente se hace en Cuba”, comentó.
Al respecto, la Representante del PMA enumeró los principales aportes al país en estos tres años de implementación del MANUD:
Apoyo a Políticas Públicas.
Acompañamiento en la implementación de convenciones y acuerdos internacionales.
Acceso a conocimiento, experiencias y metodologías innovadoras /novedosas.
Desarrollo de capacidades.
Desarrollo de modelos de trabajo y formas de gestión.
Fortalecimiento estadístico y de manejo de información.
Adquisición de insumos/transferencia tecnologías.
Cooperación sur-sur.
Acerca del enlace entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la cooperación con Cuba, la Representante adjunta del PNUD en el país aclaró que aunque este marco de cooperación fue firmado con las autoridades nacionales antes de la aprobación de los ODS, sus áreas de cooperación abarcan un universo muy amplio de temas que son parten de las propias prioridades del país, que a su vez están en línea con los ODS.
Reiteró que estas áreas de cooperación tienen como centro a las personas, su bienestar y calidad de vida. Nos enfocamos en que todas nuestras intervenciones reconozcan las diversidades y necesidades diferenciadas entre mujeres y hombres; entre niñas, niños, personas jóvenes y adultas mayores; y entre los diferentes territorios del país. Y estas son, a su vez, las prioridades de la Agenda 2030.
El Coordinador Internacional de Programas del UNFPA compartió que en estos momentos la principal prioridad del SNU en Cuba es brindarles toda la ayuda posible al país y a su gente, en especial a las zonas más afectadas por el huracán Irma, en septiembre pasado, sin dejar atrás los programas y proyectos con los que trabaja cada agencia a nivel nacional, en cada provincia, en cada territorio.
Recordó que para eso las agencias que integran el Sistema de las Naciones Unidas en Cuba prepararon en diálogo con las autoridades nacionales un Plan de Acción, el cual prevé cubrir necesidades básicas y brindar respuesta esencial a más de dos millones de personas en 33 municipios de las siete provincias más afectadas del país: Camagüey, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Villa Clara, Matanzas, Mayabeque y La Habana.
Rafael Cuestas aseguró que esta ayuda se ha estado entregando al país desde las primeras semanas del paso del huracán y continuará llegado al país, concentrada en cinco sectores prioritarios: Vivienda, Seguridad Alimentaria, Agua, Saneamiento e Higiene, Salud y Educación.
Afirmó que para la implementación del Plan se requieren 55,8 millones de dólares y hoy existe una brecha financiera de alrededor de 41 millones de dólares, por lo que el Sistema de las Naciones Unidas en Cuba llama a la comunidad internacional a apoyar la recuperación y el desarrollo de los territorios afectados por el huracán Irma en la Isla.
La celebración del Día de las Naciones Unidas en Cuba concluirá este martes con una función especial del Lizt Alfonso Dance Cuba, en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional, a la cual han sido invitados todo el personal de las Naciones Unidas en Cuba y sus familiares, representantes del Gobierno, de las contrapartes nacionales, del sector académico y de la sociedad civil, así como el Cuerpo Diplomático acreditado en Cuba y socios de la cooperación internacional.
Tomado de: http://onu.org.cu/news/f32df5c0b84f11e7838900163e211c9e/objetivos-de-des...