Cada año el mundo reclama el cese de la injusta y genocida política del gobierno de los Estados Unidos hacia Cuba y su pueblo, El ininterrumpido respaldo de las naciones aupadas en el seno de la ONU, da un aplastante apoyo  a la causa cubana. La mayor potencia que ha conocido la humanidad se ha quedado sola en el concierto internacional, pero mantiene el cerco económico, financiero y comercial contra una pequeña isla. ¿motivo? Hacer pagar el precio a sus pobladores por el simple hecho de no dejarse doblegar, de ser diferentes.
En un mundo globalizado y dominado por el imperialismo neoliberal,  un mundo que pretenden hacer unipolar, bajo una misma cultura, una misma visión política y económica, que responda a los intereses del gendarme mundial, la opción que plantea una Revolución triunfante en las narices del imperio, que se extiende y desarrolla por seis décadas, es una herejía y un mal ejemplo para las sociedades esclavizadas por ese orden, que quieren hacer creer inevitable.
Declararse una nación independiente, soberana, democrática, socialista próspera y sostenible y apostar a luchar por conseguirlo, pareciera no encajar en los designios de la divina providencia, de las leyes gravitacionales  de la política de aquellos para los que el mundo tiene sentido sólo si se benefician unos pocos gracias a la desgracia de muchos.
Según ellos Cuba es un mal ejemplo, es la demostración de una alternativa diferente que rompe con sus intenciones, con la visión de los poderosos, que peligrosamente da la posibilidad de soñar a los desposeídos, a los oprimidos de siempre. Por eso, en su  imagen enrevesada, a esta isla hay que demonizarla, merece sufrir el acto genocida más largo de la historia de la humanidad. Pretenden con el bloqueo hacernos morir por hambre, desesperación desidia, desmotivarnos, quebrar nuestra unidad y convencernos de que la alternativa escogida es inviable.
Pero se equivocan y el pueblo cubano, inspirado en su historia y sus héroes, lo demuestra cada día, pese a mesiánicas teorías del fin de la historia, de la inviabilidad del socialismo, de la imposibilidad de que un pueblo conducido por un Estado que los representa puede vencer, crecer y desarrollarse, puede hacer lo que decida hacer sin la intervención de otros, puede ser conductor de su propio destino. Cuba con su proyecto socialista está presente y su pueblo se reinventa, actualiza su modelo económico, enrumba la proa de su yate Granma con su eterno timonel, Fidel,  y no renuncia a tomar el cielo por asalto, a trabajar con todos y para el bien de todos, a demostrar la utilidad de la virtud, con la dignidad plena del hombre  como ley primera de la República.
El bloqueo económico, financiero y comercial de los Estados Unidos hacia Cuba debe cesar, así lo demandamos. Trabajaremos sin descanso por construir la nación que entre todos los cubanos se proyecta, con el uso de la ciencia, la tecnología y la innovación para su desarrollo próspero y sostenible, comprometidos por hacerlo en total armonía con el medio ambiente y luchar contra el cambio climático, principal amenaza para la existencia de la especie humana.
La juventud constituye la etapa en que se reúnen las mejores condiciones para enfrentar grandes desafíos. Los niños, adolescentes y jóvenes cubanos  seguiremos exigiendo el rechazo a las políticas imperialistas, responsables de las guerras por el reparto de los recursos naturales y el consumo desmedido en detrimento de los países en desarrollo.  Enfrentaremos con talento, inteligencia y creatividad los múltiples obstáculos que su política nos impone, haciendo participar cada vez más a las nuevas generaciones en las principales batallas que se libran en el orden  político, científico, económico, cultural y social.
Seguiremos trabajando día a día en la búsqueda de soluciones a los problemas, limitaciones y obstáculos que el bloqueo nos impone, haciéndole frente a la vez que lo denunciamos, con el uso de la ciencia, la tecnología y la innovación, en cada centro de investigación, cada empresa, cada fábrica, cada universidad. Generando nuevo conocimiento, promoviendo el saber en los pinos nuevos, cultivando una cultura de trabajo y estudio, todo ello  teniendo como premisa la visión humanista de Fidel sobre la ciencia, para hacer el bien, para crear, para vencer la pobreza, para proteger y prolongar la vida, la ciencia al servicio de la justicia y no al servicio de la explotación. 
En nombre de los más de 80 mil miembros de las Brigadas Técnicas Juveniles, movimiento científico técnico de la juventud cubana, lo juramos.

Presidencia Nacional de las Brigadas Técnicas Juveniles
29 de septiembre de 2018