El 14 de febrero de 1967 se firmó en Tlatelolco, en la Ciudad de México, el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, también conocido como, “El Tratado de Tlatelolco”.
Los países asociados se comprometían a la aplicación de la energía nuclear en beneficio de la humanidad y al mismo tiempo promovían un desarme nuclear internacional.
Cada uno de los integrantes renunció a la realización, fomento o autorización, directa o indirecta, del ensayo, uso, fabricación, producción, posesión o dominio de toda arma nuclear.
Los países signatarios fueron: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tobago, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Uruguay, Venezuela y México.
“El Tratado de Tlatelolco” fue impulsado por el ex canciller mexicano Alfonso García Robles, a quien, debido al impacto positivo mundial que tuvo dicho Tratado, le otorgaron el Premio Nobel de la Paz, en 1982.