Borrador cero detalla las prioridades de los ODS para el post-2015

El borrador cero de la agenda para el desarrollo post-2015, publicado hoy, promete “un plan de acción para las personas, el planeta y la prosperidad”. Se trata de una agenda universal y de alcances ambiciosos, que busca lograr un amplio rango de objetivos economicos y medioambientales que “vayan más allá de la prioridades de desarrollo tradicionales”, incluyendo “sociedad mejor gobernadas e inclusivas”. De manera importante, el borrador resalta la necesidad de reconocer las “interconexiones profundas” entre el desafío de combatir la pobreza, la desigualdad, el cambio climático, y el creciente aumento de conflictos armados y crisis humanitarias en el mundo.

La prominencia que se le otorga a la desigualdad es muy bienvenida. Las “enormes disparidades de oportunidad, riqueza y poder” son resaltadas, con el compromiso adquirido de que “nadie será dejado atrás”. El borrador de objetivos incluye abordar la desigualdad de género y abordar la desigualdad entre  las naciones y al interior de estas.

Varias referencias al cambio climático son tambien bienvenidas dada la gran amenaza que este representa para el cumplimiento de todos los objetivos de desarrollo. Sin embargo, mientras el borrador afirma la necesidad de un “acuerdo significativo y universal sobre cambio climático” en el marco de la Conferencia de la ONU sobre cambio climático (COP21) más tarde este año, no explicita que el acuerdo en el marco de la COP tiene que poner al mundo camino a mantener el aumento de la temperatura en 2 grados – un objetivo que es esencial para prevenir los peores impactos del cambio climático sobre la pobreza, el hambre y el conflicto. Los sistemas energéticos son también esenciales para lograr este objetivo, por lo que es decepcionante que se haga referencias a la necesidad de ‘provisión de energía moderna’ pero no se especifique que estas sean renovables.

Ha habido una disputa continua sobre como llenar las “x’s” – todavía indecisas desde negociaciones previas. Si bien han existido debates, es bienvenido que los co-facilitadores hayan incluido sus propuestas de enmienda para 19 de las metas, algunas de las cuales aumentan el nivel de ambición, aunque otras proponen remover los porcentajes en disputa por completo. La meta sugerida sobre reforestación se ha convertido en un compromiso para ‘aumentar sustancialmente’ la reforestation. La falta de objetivos definidos y medibles sobre los cuales basarse podría poner desafío en la etapa de implementación.

Los indicadores no figuran, pero estos serán esenciales para guiar la acción nacional en la búsqueda de lograr a cumplir con el nivel de ambición de la agenda. El gran impulso propiciado por varios Estado Miembros para establecer solo 100 indicadores globales para medir las 169 metas arriesga llevar a indicadores débiles o inadecuados que pueden minar un monitoreo efectivo. En los meses próximos, será importante que el Grupo de Expertos Inter-Agencial (IAEG) sobre Indicadores para los Objetivos de Desarrollo Sostenible tiene que nutrirse de aportaciones de ONG y otros expertos para desarrollar indicadores robustos. De lo contrario, los indicadores pueden ser contra-productivos para el cumplimiento de las ambiciones de la agenda.

Finalmente, el nulo compromiso sobre rendición de cuentas es otra preocupación. Un compromiso sobre mecanismos para pedir que los gobiernos rindan cuentas a su propia ciudadanía y al sistema internacional es necesario para que el marco ofrezca realmente algo adicional a los múltiples acuerdos existentes que subyacen en esta agenda.

Fuente: BOND