Estimados amigos y amigas:
El próximo viernes 22 de abril, coincidiendo con el Día Internacional de la Madre Tierra, se iniciará en Nueva York el proceso de firma del Acuerdo de París, documento que fue adoptado el 12 de diciembre de 2015 en la capital francesa en el marco de la COP 21 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
A día de hoy, más de 155 países y 60 líderes mundiales han confirmado su presencia en Nueva York para celebrar una reunión de alto nivel, presidida por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en la que se abordarán cuatro grandes temáticas:
- Proporcionar una actualización sobre el modo en que los Gobiernos de cada país implementarán sus planes sobre cambio climático y cómo los integrarán en sus planes generales de desarrollo sostenible.
- Proporcionar una hoja de ruta, cuya ambición aumente con el paso del tiempo, para alcanzar el objetivo general de limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados.
- Indicar el cronograma de los Gobiernos para ratificar el Acuerdo de París, asegurando que sus procesos internos estén listos para dicha ratificación y lograr, así, una pronta entrada en vigor del documento.
- Compartir las estrategias empleadas por los Gobiernos para acelerar la acción climática antes de 2020 haciendo uso de la inventiva, los recursos y los esfuerzos de todos los sectores sociales.
Este acuerdo, cuyo proceso de firma permanecerá abierto hasta el 21 de abril de 2017, incluye compromisos y metas para todos los países en base al principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, de modo que las naciones deberán tomar acción por el clima en base a su volumen de emisiones de gases de efecto invernadero y sus respectivas capacidades. Asimismo, servirá como herramienta en la movilización de apoyo tecnológico y financiero; contribuirá a la creación de capacidades de los países en vías de desarrollo; ayudará a aumentar los esfuerzos mundiales para adaptarse a los impactos del cambio climático, y beneficiará de forma decisiva el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Tras el acto de firma, cada país abordará un proceso nacional cuyo resultado será un instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión, el cual deberá ser presentado posteriormente ante el depositario del Acuerdo de París, responsabilidad que recae en el secretario general de Naciones Unidas. El Acuerdo entrará en vigor, y será jurídicamente vinculante para las Partes en la Convención que lo hayan ratificado, una vez transcurridos treinta días desde el cumplimiento de las dos condiciones especificadas en el artículo 21, párrafo 1:
- Que al menos 55 Partes hayan depositado sus instrumentos de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión ante el Depositario y
- Que estas Partes representen al menos el 55 % del total mundial de emisiones de gases de efecto invernadero.
La comunidad internacional dio un importante primer paso hacia la supervivencia del planeta con la aprobación del Acuerdo de París, de manera que el proceso de firma no es sino el segundo e imprescindible peldaño que los Estados miembro de Naciones Unidas deben subir si queremos afrontar con las mayores garantías este reto global que no entiende de razas, etnias o fronteras. Tenemos a nuestro alcance soluciones viables para que los países puedan tener una actividad económica más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Ahora falta el impulso necesario para implementar esas medidas que hagan de la Tierra un lugar más acogedor para las generaciones presentes y futuras. La pelota, como se suele decir, está en nuestra cancha.