Los libros resultan una gran compañía para los amantes de la literatura a pesar de Internet y de las adaptaciones al cine, la radio y la televisión de obras universales. Sinceramente no hay nada comparable a ese momento especial entre el lector, cuando solo importan el relato o el poema del título escogido.
En Cuba la literatura se hizo más popular después del triunfo de la Revolución el primero de enero de 1959. Tres meses después el 31 de marzo fue creada la Imprenta Nacional de Cuba mediante la ley 187 del Gobierno Revolucionario, y su primer director fue el gran escritor Alejo Carpentier.
"No te pedimos cree sino lee", fue una premisa de la joven Revolución, con Fidel Castro al frente, al tiempo que posibilitaba el acceso a la lectura de millones de cubanos, ya que también fueron editadas diversas revistas y las cartillas, los folletos y los manuales de la Campaña Nacional de Alfabetización de 1961, cuando más de 700 mil cubanos aprendieron a leer y escribir.
Por sugerencia del líder de la Revolución el primer libro publicado por la naciente Imprenta Nacional de Cuba fue El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes y Saavedra. La obra cumbre de la literatura española tuvo una tirada de cien mil ejemplares, y a partir de entonces los cubanos tuvieron en sus manos ejemplares de las mejores obras universales.
"En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor..." así comienza la gran novela y muchos lectores cubanos que por primera vez la leían quedaron deslumbrado.
A partir de entonces llovieron los libros para los cubanos que leyeron con gran interés las novelas de Honorato de Balzac, Víctor Hugo, Marcel Proust, Ernest Hemingway, el propio Alejo Carpentier y Juan Rulfo, y llegaron las emociones con la poesía de José Martí, Nicolás Guillén, Federico García Lorca y Pablo Neruda, entre otros grandes poetas.
En 1962 la Imprenta Nacional de Cuba fue convertida en la Editora Nacional y Carpentier se mantuvo en la dirección de esta institución durante cuatro años. En 1967 fue creado el Instituto Cubano del Libro y sería conformado todo un sistema de editoriales nacionales y provinciales, y en conjunto después del triunfo de la Revolución suman millones los títulos de escritores cubanos y extranjeros publicados en el país.
Desde el triunfo de la Revolución los lectores de todas las edades aprendieron a distinguir y apreciar a la buena literatura escrita por los autores que abrieron con su fértil imaginación todas las puertas de este mundo. En 1981 fue instituido el 31 de marzo Día el Libro Cubano como homenaje a la creación de la Imprenta Nacional de Cuba en 1959.
Por: Lydia Esther Ochoa
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