El bloqueo ha constituido un impedimento esencial a las aspiraciones de bienestar y prosperidad de seis generaciones de cubanos

Las medidas coercitivas unilaterales son ilegales y violatorias del derecho internacional y a las normas internacionales del comercio. Van dirigidas, sin duda alguna, a ejercer presión política y presión económica, precisó el presidente de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, ACNU, Fermín Quiñones Sánchez.

Durante su intervención en videoconferencia “El impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en las Américas”, organizada por el Comité de Solidaridad Internacional y lucha por la paz, COSI Venezuela, dijo que dicha iniciativa se inserta en la jornada mundial contra el bloqueo a Cuba que organizaciones de solidaridad con la isla y ciudadanos cubanos residentes en diversas latitudes desarrollan este fin de semana en más de cincuenta países.

Destacó que hace solo unos días, el Consejo de Derechos Humanos en su 46 periodo de sesiones adoptó una importante resolución en la cual se solicita a los Estados del mundo a abstenerse de aplicar este tipo de medidas y habla además de la repercusión en el pleno disfrute de los derechos humanos particularmente de las personas vulnerables.

Recordó que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra Cuba, durante casi 60 años, es el sistema de medidas coercitivas unilaterales más injusto, severo, y prolongado que se ha aplicado contra país alguno en violación del derecho internacional, el derecho internacional humanitario, la Carta de las Naciones Unidas y las normas y principios que rigen las relaciones pacíficas entre los Estados, y que transgrede igualmente, las normas internacionales del comercio y la navegación.

Expresó que la ilegal Ley Helms-Burton guía la conducta agresiva del gobierno de Estados Unidos contra Cuba y es ejemplo claro de sus pretensiones injerencistas y colonialistas, y de su ambición descarnada de violar el derecho a la libre determinación e independencia de la nación cubana.

“Se dirige no solo a asfixiarnos económicamente, sino también a internacionalizar el bloqueo mediante la aplicación de medidas coercitivas unilaterales en el ámbito comercial y financiero que violan la soberanía y afectan a entidades nacionales y de terceros países”.

Ejemplificó que, en todos estos años, el bloqueo ha constituido un impedimento esencial a las aspiraciones de bienestar y prosperidad de seis generaciones de cubanos, afecta la vida cotidiana de cada familia cubana, repercute sobre cada sector de nuestra economía y sobre cada proyecto de desarrollo social.

“En un ámbito tan sensible como el de la salud, por ejemplo, el bloqueo nos niega el acceso a tecnologías médicas de procedencia estadounidense o con más de un 10 por ciento de componentes de ese origen. Cuba no puede acceder a los fármacos o tratamientos médicos más avanzados para combatir enfermedades como el cáncer o las afecciones cardiovasculares, que se encuentran entre las principales causas de muerte en nuestro país”.

Y exaltó: “El bloqueo atenta contra el derecho elemental a la vida y el derecho a la salud de todo un pueblo”.

Añadió que el recrudecimiento del bloqueo en el contexto de la pandemia de COVID-19 refuerza su carácter criminal y genocida, ignorando incluso los llamados del Secretario General de la ONU, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos u otros líderes internacionales, quienes se han dirigidos a eliminar o flexibilizar las medidas coercitivas unilaterales contra diversos países.

“El bloqueo ha obstaculizado la obtención de nuevas tecnologías, materias primas para la producción de medicamentos, equipamiento indispensable y otros insumos necesarios para la atención a nuestra población”, puntualizó Fermín Quiñones.

Resaltó que Cuba trabaja en cinco candidatos vacunales para enfrentar la pandemia de COVID-19, y que el proceso investigativo y de producción de las vacunas no han estado exentos a los efectos del bloqueo, limitando la adquisición de equipamiento por parte de las entidades científicas de Cuba para avanzar en este sentido.

Asimismo, reiteró que el bloqueo entorpece la recepción de donativos humanitarios dirigidos al pueblo cubano y la cooperación entre entidades gubernamentales, de la sociedad civil cubana y sus pares alrededor del mundo.

Sin embargo, agregó que todo ello no ha impedido los resultados conocidos del sistema de salud cubano, por su calidad, carácter universal y gratuito, que sobre todo prioriza al ser humano.

“Tampoco ha logrado que Cuba renuncie a su vocación solidaria y humanista, y contribuya modestamente con los escasos recursos que disponemos en el enfrentamiento a la pandemia con el envío de más de 56 brigadas médicas a 40 países y territorios. A estos esfuerzos se han sumado los más de 28 mil profesionales de la salud pública cubana que ya brindaban sus servicios en 59 naciones antes de la COVID-19”.

Quiñones Sánchez manifestó que durante el mandato de Donald Trump se produjo un incremento progresivo y sistemático de la agresividad de la política estadounidense contra nuestro pueblo y contra todos los Estados soberanos que mantienen o intenten establecer relaciones económicas, comerciales y financieras con Cuba, y que las más de 240 medidas aplicadas durante ese gobierno, con más de 50 adoptadas solo en 2020, ilustran el particular ensañamiento de esta política contra el pueblo y el gobierno cubano.

“Las medidas coercitivas atacan directamente a la familia cubana, impide la llegada de remesas a Cuba a través de compañías estadounidenses con licencias generales e, incluso, impiden la llegada de remesas a Cuba desde cualquier lugar del mundo”.

Comentó que el bloqueo continúa siendo una política absurda, obsoleta, ilegal y moralmente insostenible, que carece de justificación política o jurídica y no ha cumplido ni cumplirá el propósito de doblegar al pueblo cubano en la defensa de su soberanía e independencia.

El presidente de la ACNU, en nombre de las organizaciones de la sociedad civil cubana, agradeció a todos los amigos de Cuba alrededor del mundo por la solidaridad y el apoyo en la lucha contra el bloqueo yanqui contra el pueblo cubano.

Dedicó especial agradecimiento a los panelistas :Iraklis Tsavdaridis, de World Peace Council; David López, de AIDHDES Switzerland; Ajamu Baraka, que de USPC-USA; Gabriel Aguirre, que de COSI-Venezuela y NGO Nicaragua.

“Les reitero que no cejaremos en el respaldo incondicional a nuestros hermanos de Nicaragua y Venezuela, países de las Américas que también sufren el impacto de medidas coercitivas unilaterales. Reafirmo la voluntad de nuestro pueblo de continuar construyendo una sociedad cada vez más justa, próspera y sostenible”.