Intervención de Alejandro Castillo Santana, delegado de Cuba, en la segunda sesión de la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas en apoyo de la paz israelo-palestina, dedicada a: “Enfoques emergentes para la solución del conflicto israelo-palestino” e “ideas para el futuro: los pasos a seguir”. Ginebra, 30 de junio de 2016.
Gracias, Señor Presidente.
Hemos escuchado con atención las presentaciones realizadas sobra las diferentes iniciativas que se han desarrollado con miras a avanzar hacia una solución duradera del conflicto en el Medio Oriente y, en particular del problema palestino. Asimismo, continuaremos estudiando con interés los pasos más recientes y la visión expuesta sobre los próximos pasos a seguir.
Hemos dedicado en esta sesión espacios a examinar otras experiencias que puedan ser útiles. Tenemos la convicción de que si hay voluntad política los procesos de paz pueden realmente avanzar. Hace sólo unos días el mundo pudo constatarlo, con la firma del histórico acuerdo de cese al fuego total y definitivo logrado en Colombia, con el concurso de otros países. Con este paso, se consolida la Declaración de América Latina y El Caribe como Zona de Paz, condición que continúa siendo un anhelo para el Medio Oriente.
Este es el más reciente ejemplo de lo que puede lograrse si las partes actúan en consonancia con el derecho internacional, respetando la Carta de las Naciones Unidas y poniendo en su justo lugar las realidades nacionales, con un espíritu constructivo y de diálogo.
Señor Presidente,
Cuba reitera la importancia de que un proceso de paz en la zona sólo será justo y sostenible si entre sus principios incluye:
- El reconocimiento de la soberanía, independencia e integridad territorial del Estado de Palestina con su Capital en Jerusalén Oriental.
- La exigencia a Israel del cese inmediato de la ocupación militar de los territorios palestinos y otros territorios árabes.
- La detención definitiva de la construcción y expansión de asentamientos ilegales israelíes en territorio palestino ocupado.
- La plena aplicación de la Convención de Ginebra sobre la Protección de Civiles en Tiempo de Guerra, de 1949, en los territorios palestinos y territorios árabes ocupados por Israel.
- La solución de la adversa situación de los refugiados palestinos de conformidad con las normas y principios del Derecho Internacional y las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas.
- La exigencia de que la potencia ocupante rinda cuentas por los crímenes de guerra, violaciones de los derechos humanos y castigos colectivos cometidos contra el pueblo palestino.
- Y el respaldo a la labor del Comité Especial que debe mantener su labor hasta que se ponga fin totalmente a la ocupación israelí en el Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental, y en los demás territorios árabes ocupados por Israel desde 1967.
Sólo el reconocimiento de los legítimos e inalienables derechos del pueblo palestino permitirá poner en marcha un proceso político significativo, que conduzca a una paz duradera en la región.
Finalmente, Señor presidente, Cuba desea reafirmar una vez más su solidaridad inequívoca con el pueblo palestino.
Muchas gracias.
(Cubaminrex-Misión Permanente de Cuba en ONU)