Las mujeres constituyen más de la mitad de la población mundial; sin embargo sólo ostentan el 20% de los puestos de liderazgo, además de que cuentan por más de dos tercios de los 750 millones de personas adultas del orbe que carecen de conocimientos básicos de alfabetización.
Por otra parte, las mujeres representan menos del 30% de los investigadores del mundo, y las mujeres periodistas están más expuestas a agresiones, amenazas y ataques físicos, verbales o digitales que sus homólogos masculinos.
Las mujeres tienen un 24% más de probabilidades de perder sus trabajos que los hombres y pueden esperar que sus ingresos sean un 50% inferiores.
También tienen un 10% menos de probabilidades que los hombres de tener acceso a internet, lo que deja a 433 millones de mujeres del mundo sin ese vehículo de información y comunicación.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) asevera que todas las formas de discriminación por motivos de género violan los derechos humanos y obstaculizan la consecución de la Agenda de Desarrollo 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La UNESCO considera que ofrecer a las niñas y los niños, las mujeres y los hombres por igual los conocimientos, valores, actitudes y aptitudes necesarios para hacer frente a las disparidades entre los géneros es un requisito para construir un futuro sostenible que beneficie a toda la población.