La historia nos ha dado, nos da y nos seguirá dando numerosos ejemplos de vínculos entre culturas y entre civilizaciones; estos vínculos ocurren gracias a las lenguas. Las lenguas, de tan variados y a veces disímbolos orígenes, se han entrelazado y mediante ello se han enriquecido. Unas a otras, las lenguas se “prestan” palabras y conceptos que, aunados, permiten a todos los seres humanos comprender, imaginar, describir y recrear su realidad.